Llámame cretino por ser tan insistente, llámame tonto por pensar en ti, pero no me dejes esperando a esos mensajes que no mandas, a esos besos que no añoras porque sólo piensas en ti. Ciertamente disgustado estoy, se pasa el tiempo esperando bajo una reluciente luna y no apareces, pasa un día más o queda uno menos. No me tienes porque decir nada, sólo mirame a la cara, y sin decir nada, da la vuelta y vete, no me esperes porque ya no te espero, como dejé de esperar hace tiempo. Ya no espero nada, sigo mi camino firme y decidido, mirando atrás de reojo, pensando en el cómo han sucedido las cosas y haciendome a la idea de cómo vendrán de frente, de si volveré a pasar por ahí o iré por otra parte. Ya me muevo, me he puesto en movimiento y voy hacia el fin del mundo, a conocer todo y a todos, sin renunciar a nada, y a seguir soñando con los besos que me dabas, volver a verte y ver cómo todo acaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario