diarios de pensamientos infinitos

Me desperté sólo, empapado de sudor y con frío, mucho frío. No sabía donde estaba. No había luz, ni olía a nada. No notaba nada a mi alrededor, ni tan siquiera un colchón debajo mío. Estaba muerto. Y nadie lo sabía.
Me levanté y comencé a caminar hacia adelante, bajo mis pies había arena, y poco a poco empezaba a ver cosas, luces en el fondo, pequeñas ráfagas en el cielo. No estaba muerto, estaba totalmente perdido y había dormido en cualquier sitio. El último recuerdo que me viene a la mente es el de mi hermana dandome la mano y caminando por la playa. Pero sé que de eso hace ya mucho tiempo, apenas era un niño. Creo que he perdido la memoria, o tal vez no sea quien crea ser. ¿Tú lo sabes?
Me doy cuenta de que estoy en una playa, aunque el mar no se escucha, así que debo estar en una especie de desierto. Sigo caminando y ya consigo ver la orilla, y en ella veo un cuerpo blanco de una chica, desnudo, sentado mirando al mar. Me acerco y creo que la conozco, me suena su cara, pero no estoy seguro. "Eres tú"le digo, ella me responde que si, y que ha venido a por mí. Efectivamente era la muerte y había venido a llevarme a dar un paseo por el fondo de los mares...