Tu que me lees desde la ventana blanca no tienes verguenza ninguna, ninguna. Más sabe el diablo por viejo que por diablo, no robes al ladrón o te agarrará la mano. No sabes ni la mitad y te atreves a adentrarte a las entrañas de la cueva, podrás volar lejos, a una ciudad con playas y rectas calles, que no me engañarás. No intentes engañar a un mentiroso...
Y yo desde la playa seguiré observando a la luna, la miraré a los ojos y le pediré explicaciones. Me bañaré en las aguas del mar a pensar en mis adentros y abriré los ojos bajo el agua para poder verlo todo. Me rencontraré con sirenas y cantaremos y bailaremos toda la noche, como antaño.
Volveré al fondo del mar y hablaré con ella en silencio y nos diremos cosas tocandonos con los labios.
Y yo desde la playa seguiré observando a la luna, la miraré a los ojos y le pediré explicaciones. Me bañaré en las aguas del mar a pensar en mis adentros y abriré los ojos bajo el agua para poder verlo todo. Me rencontraré con sirenas y cantaremos y bailaremos toda la noche, como antaño.
Volveré al fondo del mar y hablaré con ella en silencio y nos diremos cosas tocandonos con los labios.
2 comentarios:
¡Me gusta tu blog!
Lo sigo siempre que puedo.
Se agradece que leas siempre que puedas.
Un saludo
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