domingo, 11 de septiembre de 2011

La pescadilla que se muerde la cola

Mienteme, asustame y pierdete.
Hace tiempo que no lo haces. Hace mucho que lo intentaste. Pierdete, vete lejos hasta que mi vista no te alcance. Deja de mentirme cuando tratas de inventarte tu historia. No apuntes con el dedo acusador si no tienes pruebas o toda la mierda que tratas de verter caerá sobre tus hombros. Largate como hiciste antaño, no vuelvas la cara que es el espejo del alma y tu la tienes manchada. Pensé que te perdí pero gané una vida. Me di cuenta de todas las mentiras, de todas las verdades y de tu forma de ser. Viví una vida de engaño, un mundo irreal, sin darme cuenta que no eras nadie, que ibas de lo que no eras y en definitiva, una mentira más. Y pensar que me dejé engañar... Menos mal que al segundo tropiezo todo cambió, y lo que era una mentira tuya se convirtió en mía. Y te lo creíste, porque intentar engañar al diablo trae consecuencias...que por supuesto sabes. Ya no me pidas perdón, no hay nada que perdonar porque bastante tienes con ser como eres.
Mienteme, asustame y pierdete.

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